El barco ruso de exploración científica "Yantar" se sumará este martes a las tareas de rastrillaje del ARA San Juan. Puede efectuar búsquedas a profunidades de hasta 6 mil metros.
La Armada Argentina confía en que los robots de Rusia y Estados Unidos que llegarán en los próximos días al Atlántico Sur puedan detectar al submarino ARA San Juan, que se encuentra desaparecido desde hace 19 días con 44 tripulantes a bordo, informaron hoy fuentes del cuerpo castrense.
En concreto, se prevé que este martes llegue hasta el área en el que se está buscando la nave el barco ruso de exploración científica “Yantar”, que cuenta con equipamientos de alta tecnología de inspección subacuática y puede efectuar búsquedas a profundidades de hasta 6.000 metros.
Según informó hoy el capitán de navío Enrique Balbi en su parte diario sobre la búsqueda del buque, el viernes estará además zarpando desde la costa argentina un barco, para llegar a la zona de operaciones el sábado, con otro robot de EE.UU. que también puede trabajar en la detección hasta los 6.000 metros de profundidad.
Ambos buques tienen un sistema de posicionamiento “dinámico” que favorece los trabajos, que dependerán directamente de las condiciones meteorológicas, que no se esperan buenas para los próximos dos días.
En la última semana, en el lugar donde se busca el buque, que el día 15 comunicó por última vez su localización a unos 430 kilómetros de la costa argentina, diversos barcos detectaron con sensores seis “contactos” o indicios de objetos metálicos que podían ser el submarino, de los cuales tres ya fueron descartados por ser viejas embarcaciones hundidas.
Es así que todavía quedan tres, a alrededor de 700, 800 y 900 metros de profundidad, sobre los que deberá trabajar la tecnología rusa y estadounidense, así como el robot ruso Panther Plus, que puede inspeccionar visualmente profundidades hasta los 1.000 metros y que ya está en el mar argentino desde hace dos días.
Por el momento, según destacó Balbi, se mantienen además en el área de operaciones seis buques -cinco de la Armada Argentina y uno de Chile- que siguen barriendo el fondo intentando detectar cualquier alteración del fondo u objeto metálico o no metálico.
Según el portavoz, la idea es comprobar que no se hayan quedado por el camino otros “contactos” que los barcos no hayan detectado en su momento.
“Puede pasar por las profundidades en juego. La idea es repetir cada uno en su área el barrido”, añadió Balbi.
Actualmente, y en torno a la zona donde se registró una explosión el mismo día en que desapareció el sumergible, se trabaja con ayuda internacional para hallar lo antes posible el aparato y a sus tripulantes, cuyo estado se desconoce pero entre los que se descarta, por el tiempo transcurrido y según el Gobierno y la Armada, que pueda haber supervivientes.
Se trata de un radio de 36 kilómetros que implica una superficie circular de casi 4.000 kilómetros cuadrados, equivalente a 20 veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires.
“Hoy nos preocupa la localización del submarino (…) No hay un tiempo límite (de búsqueda), el compromiso que tiene la Armada es continuar con la localización del submarino hasta agotar los medios disponibles aprovechando la ayuda internacional”, reiteró Balbi.
Esta comparecencia se produce un día después de que familiares de los 44 tripulantes marchasen en la ciudad de Mar del Plata, donde tenía su base el sumergible, para expresar su “dolor” y reclamar al Gobierno que retome la fase de búsqueda con miras a un eventual rescate de la tripulación, algo que ya descartaron la altas autoridades.
En este sentido, el capitán de navío reiteró que el cuerpo sigue “desde el primer momento” acompañando y asistiendo a las familiares, con apoyo principalmente psicológico y que se asignó un oficial exclusivamente para cada familia para el “contacto cercano”.
“Es un proceso dinámico que va cambiando todos los días”, añadió, para remarcar que la Armada “se solidariza” con ellos.